El pasado sábado 27 de julio Gustavo Salazar derrotó por 6-3, 6-2 a Carlos Añino y se coronó campeón de la Copa Coría 2019 alzando su primer título en el circuito.

El día invernal no era tal y el sol calentaba la cancha 3 del Garden tenis mientras los jugadores realizaban los movimientos precompetitivos. Pasados los minutos oficiales se realizó el sorteo ganado por Carlos Añino quien eligió sacar con el sol a sus espaldas.

Un saque sin demasiada potencia, pero con buena ubicación y el error no forzado de Salazar le daban el primer punto del encuentro a Añino. Los siguientes 6 puntos se prestaron los errores no forzados hasta que Añino ganó el punto y el primer game del encuentro. Con buenos servicios, y la ayuda de su rival, que no encontraba movilidad en su juego, Salazar ganó en 0 su game de saque y logró mantener el buen nivel durante el de su rival logrando el quiebre también sin puntos en contra y se iba al cambio de lado quiebre arriba.

La bola cruzaba una y otra vez por sobre la red. Ninguno quería regalar nada y los puntos se definían con errores no forzados, más generados por el cansancio de pasar y pasar la pelota que por razones del juego.

Añino tomaba su toalla y volvía a secarse la transpiración, miraba hacia su equipo de manera contrariada. Colgó la toalla y se dispuso a sacar para achicar la diferencia. El primer saque se estrelló en la red, el segundo lo puso en juego pero erró de manera absurda un revés y veía lejos la meta. 3-5 y 0-15, las cosas no empezaban bien. Debía ganar su saque para no entregar el set y obligar a Salazar a que cierre él con su saque el set, que sintiera la presión,  sabía que no quedaba mucho hilo en el carretel. La fuerza alcanzó para igualar en 15 el juego, después Salazar aprovecharía algunas pelotas flojas y cerraría con el quiebre el 6-3 a su favor y el primer set adentro.

Con el colchón del primer parcial adentro y con un Añino visiblemente cansado Salazar se adueñó del juego, tomó coraje y comenzó a arriesgar un poco más tanto con su saque como con su derecha y hacía daño. Saque abierto y definición de drive paralelo, 15-0. Un saque al cuerpo y drive cruzado, 30-0. Ace, 40-0 y un saque que Añino no pudo devolver. Salazar iba al cambio de lado set arriba y juego arriba, Añino claramente corría de atrás y lo sabía. El cruce en el cambio de lado fue tenso, Añino acusó un dolor en el aductor y solicitó trainer. Nada desconcentró a su rival. En el 6to juego con el marcador igualado en 2 y 30-30 Añino cometió un error no forzado y luego una doble falta. Salazar tenía el partido en sus manos y si no desaprovechaba esa ventaja que el juego le había dado el triunfo sería suyo.

Siempre es difícil cerrar los partidos. Los nervios, el rival que también juega, todo impacta en la mente del tenista. Sin embargo, Salazar tenía claros los objetivos y no dudó, es más, comenzó a jugar cada vez mejor a medida que el colchón de puntos lo amortiguaba. Saques ganadores, winners de drive y de revés, Añino veía cómo poco a poco lo que había intentado construir con paciencia Salazar lo derrumbaba a fuerza de golpes ganadores.

La pelota de Salazar cruzó con algo de slice al revés de Añino que intentó volver a golpearla con el mismo efecto, pero la raqueta no despidió y así, 79 minutos después de las 14.30 hs Salazar podía gritar por primera vez “campeón”.