El jugador oriundo de Villa Adelina se impuso por 2-6, 6-4 y 10-8 a Martín Komesu y se alzó con la Copa Gato Gaudio

El pasado sábado 19 de mayo se jugó la final de la edición 2018 de la Copa Gato Gaudio. Con una buena asistencia de público la final fue un deleite para los expectadores.

Durante el 1º parcial el completo dominador del juego fue Martín Komesu, quien gracias a un tenis exquisito doblegó a su rival sin dar tregua. Tal es así que en poco más de 20 minutos el jugador de Carapachay se iba a su silla con la tranquilidad de estar un set arriba (6-2) y la seguridad de todavía poder dar más en la segunda manga.

El comienzo del 2º set no fue muy diferente al 1º, Komesu siguió con su juego y Repecka no podía salir del laberinto que su rival le planteaba, las pelotas cruzaban una y otra vez por sobre la red, pero quien sumaba games a su tablero era Martín Komesu. Con el score empatado en 2 y 40 iguales, Repecka sacó para ponerse 3-2 y pasar la presión a su rival, pero falló sus dos saques, doble falta y era Komesu que tomaba el servicio de su rival y parecía encaminar la final a un desenlace tranquilo, más después de ponerse 4-2 manteniendo su saque en 0. Repecka veía como el score se escapaba, 2-4, 0-30 y otra vez los fantasmas de las finales perdidas rondaban su cabeza, todo parecía indicar que el partido acabaría muy pronto.

Quizás motivado por la adversidad, y tal como versan las máximas deportivas, cuando Repecka se encontró perdido por perdido comenzó a desplegar su mejor tenis. Dejó en el banco al jugador especulador y comenzó a lastimar a su rival con tiros potentes de derecha, machacó una y otra vez la moral de su rival, y conectó 4 games seguidos para llevar todo a un definitivo 3 set (que se juega a super tie-break).

El parcial final fue a todo o nada, uno de los dos se quedaría con la gloria y el rival saborearía la amarga sensación de haber estado a solo un paso de la misma… Un comienzo prometedor de Komesu hacía pensar que Repecka otra vez había vuelto a especular, ya no se lo veía con las mismas energías que en el final de la segunda manga y todo parecía indicar que una vez más caería ante su eterno rival. Sin embargo una amnesia pasajera lo puso de vuelta en partido, olvidó todo lo que venía haciendo y volvió a jugar tal y como lo había hecho en el segundo set, un exquisito globo pasó sobre su cabeza, Komesu lo había tirado así, bien jugado al rincón, pero una leve brisa llevó la pelota algunos milimetros afuera y ahí sí, puño apretado y festejo para Repecka que se quedaba con la victoria y el trofeo.